Dentro
de un mes se cumplen 10 años desde que podíamos leer en las noticias titulares
como “La marea negra del Prestige ha
dejado su rastro de desolación ambiental en las costas gallegas”.
El 19
de noviembre de 2002, un buque cargado con 77000 toneladas de petróleo se hundió por el temporal del mar. El buque
estaba a 50 km de la costa gallega. Intentaron alejarlo de la costa, y lo
consiguieron solo 200 km hasta que se partió por la mitad y el fuel que contenía el barco empezó a verterse al mar. 2 meses después, las manchas llegaron a la costa gallega y provocando un gran impacto medioambiental y afectando a los pescadores y mariscadores de la zona.
El derrame
de petróleo del Prestige ha sido considerado el tercer accidente más
costoso de la historia: la limpieza del vertido y el sellado del buque tuvieron
un coste de 12.000 millones de dólares.
En cuanto el fuel llegó a la costa, los miles de voluntarios se pusieron manos
a la obra para limpiar de fuel toda la playa. Algunas organizaciones como WWF, con el apoyo
de miles de voluntarios, hicieron un gran esfuerzo por salvar la fauna. Se estima
que el total del número de aves muertas desde que comenzó el barco a emanar
fuel hasta que se limpió por completo la costa es de unos 250.000 a 300.000
aves marinas.
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Ave afectada por el fuel |
A las personas afectadas se les dio unas indemnizaciones
de los Fondos internacionales de indemnización de contaminación por
hidrocarburos (FIDAC), más 400 millones de € de la Unión Europea.
Los responsables de este hundimiento son: el capitán del barco, el jefe de máquinas
y el primer oficial del buque.